miércoles, 16 de febrero de 2011

CONTRA LOS DECÁLOGOS ANTITAURINOS III


Numerosos intelectuales debaten en la foto sobre la inmanencia formal del Arte posmoderno en los Toros.


Por gracia del desconcierto ideológico que se producen a sí mismos los antitaurinos sus argumentos y consignas se transforman o diluyen variando el estulto. El problema consistente en su falta de unicidad se evidencia en documentos como el tratado hoy, procedente de Cartagena-Colombia, ciudad que tiene en ciernes un lecho turístico importante que consume el producto tradicional de las costas: Pescado (aunque en dicho Blog no haya ni una sola palabra para los pobres pescados, de no ser por un comentario de Kafka, no dicho por él sino por uno de sus personajes, como si un escritor tuviese que parecerse a lo que escribe). El lío está en la pobreza de la argumentación, en la pavada de manipular imágenes y en poner a personajes como Buddah o France o Schopenhauer en el estatus de “antitaurinos” (cómo? Buddah conocía la Tauromaquía?, Schopenhauer conocía a Pepe Hillo?) Cuando no es un Einstein (quien es digno de ser citado para los antitaurinos, aunque haya construido la bomba atómica que cegara la vida de cientos de miles, como si en Hiroshima o Nagasaki no hubiesen animales en los días de la ciega bomba atómica). El blog, titulado Toros para Tontos, dispone en su costado izquierdo de unos menguados argumentos taurinos, afirmaciones en todo caso que ya tratamos aquí, de la cual no se aprovechan sino para darle lustre a su brillante idiotez.

Nuevamente, luego del texto que cito textualmente, sin añadir o quitar nada, mis consideraciones:



“El toreo es cultura”. Si se alude a las costumbres de una época o un pueblo, efectivament
e el toreo es cultura, como cultura eran, también los combates a muerte entre gladiadores y no hay razón para defender la pervivencia de tan bárbaras costumbres. Pero si por cultura quiere entenderse el afinar las facultades intelectuales, nada hay de cultura en torturar y matar animales. Y que algunos personajes tenidos como cultos sean defensores de las corridas tampoco significa nada, puesto que también hay muchos cultos en contra del maltrato animal.


Para quién es mala la desviación del debate hacia terceras partes, ejemplos ajenos a la condición de una lidia que detestan pero que no son suficientes en criticar directamente? El toreo es cultura, punto, y debe seguir lo que consideren en reproche de la afirmación, mas no extenderse sobre OTRAS cosas, en este caso, los gladiadores. No ofrecen explicación alguna sobre la no-cultura de la Tauromaquia sino es que Los Gladiadores sí eran una cultura pero que no se puede defender por ser bárbara…y los Toros? Dónde queda la argumentación contra ellos? Habrá entonces que buscar el quid del problema en lo que pensaban Catulo o Séneca o Cicerón sobre el circo romano para extraerlo a la lidia? Dónde están las consideraciones en latín que no las veo?¡¡ Resalto lo ya expresado en este blog: SI LA LIDIA DE UN TORO BRAVO POR UN HOMBRE HA DE SER TAN DESPRESIABLE ES PORQUE ELLA MISMA DÉ LAS CONDICIONES PARA REFUTARLA, así que nada de pederastia ni circo romano ni tormentas eléctricas ni perros sucios salvados de la calle, pues irse por las ramas es precisamente eso: irse del problema. Dicen, o intentan, que la Cultura es la afinación de las facultades intelectuales, para asegurar seguido que no hay cultura en matar animales; no se explica por qué no ha de tener la muerte y la tortura cierta afinación intelectual, ni se entiende cómo emparentan una afirmación con la siguiente sino es por una falta abrumadora de lógica (eso sí, Aristóteles era antitaurino convencido y gritaba “ no más olé” en las plaza de toros de Atenas); yo también puedo decir “Ponerse ropa sintética y no de cuero salva animales, aunque los químicos contaminen los ríos en donde se abrevan las bestias redentas y salvadas para morir envenenadas, entonces los globos son azules y no hay razón para decir que la ropa sintética sea una cultura, pues no maltrata animales”, evidentemente una lógica antitaurina aplastante.

 Ahora, que la tauromaquia exige cierta afinación intelectual, eso es innegable, son muchos los protocolos, reglas y estamentos que atraviesan el mundo del toro que hacen de esta una disciplina catada por intelectuales, indiferentemente de sus consecuencias morales; el hecho intelectual de la tauromaquia (patente en tantos libros eruditos y hermosos: Lorca, Hernandez, Bergamín, Wolf..) no constituye de todas maneras su categoría de “cultura”, por lo cual hay que afirmar que los antitaurinos de esta página confunden lo cultural con lo culto. Ello se demuestra con la siguiente afirmación del mismo punto, donde los antis aseguran que el hecho de que personajes CULTOS apoyen las corridas no las convierte en cultura. Grosero error, confundir la cultura con lo culto, pues una no tiene nada que ver con la otra, aun más, diría que entre la cultura y lo culto hay cierto distanciamiento (como no es cultura la escolástica medieval culta que trataba temas de especulación teológico-ontológico-filosófica, como tampoco es culto que los cholos se den de golpes, lo que en ellos es cultura, respetable eso sí). Así las cosas: qué puede esperar el debate de los antitaurinos (que dicen que la tauromaquia no puede ser cultura nunca jamás) si ni siquiera se ponen de acuerdo en saber qué es cultura, confundiéndole con lo culto? O mejor: está en capacidad de decir alguien quien no sabe el significado de la palabra cultura qué es y qué no es cultura?

 Para terminar, el hecho de que la tauromaquia tenga personajes cultos defendiéndola sí significa algo: que personas con autoridad intelectual saben más que aquellas con poca autoridad intelectual, y esto les da un paso adelante en el debate: triste pensar que un antitaurino se imagina que sabe más de arte un costeño vegetariano que Picasso. Por otro lado, si comparamos los personajes cultos de lado y lado, vemos que los antis emparentan abusivamente a su causa cuanta persona de la historia haya dicho algo a favor de los animales. Por qué? Porque si citan a los antitaurinos se haría patente la brutal inferioridad que son. La tauromaquia es ampliamente apoyada en el medio intelectual (9 premios Nobel de literatura contra medio de ellos; prácticamente todos los genios del Arte Moderno contra Jean Cloud van Dame en ellos)



“El toreo es arte”. ¿Se refiere a haber servido de tema a diferentes artistas? También se han realizado espléndidas obras sobre las guerras o el martirio de los santos, y no por ello son costumbres a conservar. Ahora bien, si por arte se entiende la habilidad para hacer una cosa, torear puede ser un arte, lo mismo será arte pilotar una moto, arte levantar una pared de ladrillos. Al definir el maltrato y(el) engaño como ''arte'' pones a un pintor, un esclutor(sic), un bailarín y un músico, al mismo nivel que un señor/a que tiene talento para burlar a un rumiante y maltratarlo. El arte es sensibilidad, lo inhumano jamás podrá considerarse realmente un ''arte''.

Picasso en los Toros, persona inexistente
 en el mundo del Arte para los antiraurinos.
Es el contraargumento (si  es lícito que se le pueda llamar a tan bobalicón arreón así) más elemental que he leído; aunque aún sigo preguntándome qué es un “esclutor” y me imagino a alguien que manipula esclusas, debo admitir que esta clase de personas desconocen la más elemental definición de la palabra Arte: en dónde dice que el Arte es la habilidad de hacer las cosas? Qué taurino lo ha dicho después de afirmar la no muy inteligente versión de que la tauromaquia es Arte porque le pintan o esculpen? (mas si algún pintor haya dicho en la historia que la guerra o los santos son Arte mientras sí afirman que la Tauromaquia es Arte) Ninguno ciertamente, pues siempre se alega de nuestra parte que la tauromaquia tiene su estrato artístico por lo que se presenta en el ruedo, cosa maravillosa y poderosa hasta el punto de suscitar el interés de artistas que van desde Goya hasta Tápies; si un taurino dijese eso, más le valdría ir a museos que a un ruedo, y hasta donde entiendo y conozco del asunto antitaurino el problema es precisamente ese: que el taurino va a los ruedos (y también a los museos, culto como es). Bajonazo sin sentido afirmar que a nuestra vez decimos que la tauromaquia es Arte pues le han pintado, cuando hay tanto texto culto y erudito donde se explica con detenimiento y autoridad por qué le consideramos Arte: por qué un antitaurino nunca ha desestimado las afirmaciones de Wolf o de Gaya, más si sus propias fantasías? Picasso, en carta al torero Dominguín,  decía lo siguiente: “la lidia de los toros es la cosa más maravillosa, más plástica, más hermosamente colorida y a la vez, la más trágica y seria; los elementos plásticos de la lucha del hombre contra el toro nos dicen de la lucha eterna, de la que cual sólo podemos sacar como resultado al Arte, nos queda la pintura y los toros después de todo; quisiera un lienzo igual de grande a un ruedo”  para un antitaurino: esto constituye algo parecido a la afirmación de Toros para Tontos? Lo que dice Picasso sobre el Arte: debe desestimarse, pues en temas de Arte saben más los animalistas que el mismo Picasso? Eso sólo puede ser cierto hasta el día que alguien supere a Picasso en temas de Arte hasta el punto de hacerlo ver como cosas de niños y haya que descolgar todo el Arte Moderno de las paredes; entonces sí, más con el aditamento de que ese Genio cósmico ha de ser, además de muchísimo mejor Picasso que Picasso, un antitaurino.  El arte es sensibilidad, dicen, como si el arte tuviese relación con la menstruación, tan sensibles ellos a la sangre. El arte no es sensibilidad, siguiendo la retahíla de ellos entonces todo aquello que produzca cualquier sensibilidad en un ser humano es Arte: desde una limonada con hielo hasta el doloroso caso de un mutilado, desde las telenovelas lacrimosas hasta las canciones de don omar (minúsculas en nombre propio para los bajos) pues todo ello produce sensibilidad en la consciencia del hombre. El Arte es otra cosa, el Arte es la poesía de Gamoneda y la Música de Bach, el Arte es El Guernica de Picasso y los Naturales de José Tomás, todo tan correspondido en sí mismo y tan imperecedero, distinto a los argumentos pobres que dan. (Ver el artículo Tauromaquia es Arte)



“El toreo es tradición”. El hecho de que sea una tradición no lo justifica. Las tradiciones nos enseñan hitos de un pueblo, y nos sirven para aprender. La tauromaquia también. Nos enseña cómo eran antes las presonas (sic) que habitaban aquí, y el trato que daban a los animales que no pueden defenderse. Esta tradición nos enseña cómo hemos podido llegar a ser las personas de crueles. No debemos repetir los errores del pasado.


La fuerza de la tauromaquia no precisa que esta sea una tradición, considerando también que el toreo como lo conocemos es asunto más moderno que tradicional, cuando Juan Belmonte (quien viajaba con una maleta llena de libros, ávido lector, persona culta-cultural al decir antitaurino) fuera el arquitecto de una lidia más templada, medida y artística el siglo pasado. Un toro no puede defenderse, aseguran, lo que contradice la realidad: un Toro puede más que defenderse, puede matar (cuántos toreros no han muerto en los pitones del Toro, Manolete, Paquirri, Yiyo, valientes que terminaron con sus vidas en un ruedo. Que un antitaurino afirme lo contrario desmiente su tan alevosa alegría por la muerte de estos); un toro no está inerme, no está indefenso, lo que explica que nunca jamás un antitaurino haya asaltado los ruedos para proteger los toros, las pocas veces que han logrado saltar han estado signadas por la no presencia del astado; lo lógico sería que saltaran y protegieran al “indefenso animal” de los toreros, cosa por demás imposible al ser un antitaurino persona de lucha corta y autosatisfecha con poco. Aun siendo el tema del punto la tradición, muy concienzudamente hemos de decir que es una característica incidental y no definitoria de la Tauromaquia, por lo cual es irrelevante que el tema se centre aquí.




“Sin el toreo, desaparecería el toro”. Taxonóticamente el toro no es una ''raza'' puesto que es un cruze de otras elegidas al largo del tiempo para crear al toro ''bravo' y las facultades que busca cada ganadero. Las reservas naturales existen para PRESERVAR espécies, y el toro podría integrarse en ellas perfectamente, puesto que su alimentación la puede encontrar en estado silvestre. Pero, del mismo modo que hoy se preserva al lince Ibérico, o a la vaca Tudanca, nadie consentiría que el toro de lidia desapareciese. En Polonia, por ejemplo, se conservan manadas de bisontes, que la Comunidad Europea vela con exquisito mimo, pese a que no renten beneficio alguno.



Inicia el punto explicando la taxonomía del Bos Taurus Ibéricus con algo de saña y sin aparente coincidencia con el resto del punto, pues la verdad es que reiteradamente han afirmado los antitaurinos que bien puede desaparecer el Toro de Lidia al no constituir una “raza” original. Entonces: si es tan irrelevante su existencia, por qué luchan contra su supuesto maltrato? Biológicamente es imposible que la ganadería de caña brava haya creado al Toro de Lidia, pues no se puede sacar de la nada una existencia ajena, como si la existencia del Toro de Lidia fuese un milagro o un acto de prestidigitación, por lo cual es cierto que tal especie está inserta en la naturaleza, por lo cual también es cierto que tiene un ecosistema especifico (dehesa) consistente en dilatadas zonas de suelo pastado y reservas de agua fresca; el Toro de Lidia no puede ir por ahí como si se tratase de un animal salvaje, ni su alimento herbívoro puede conseguirse en cualquier sitio “silvestre”, al ser de elemental conocimiento ecológico que las reservas alimenticias varían de un ecosistema a otro y entre los ecosistemas mismos; un toro de lidia no puede estar en una llanura polaca con los “mimados exquisitamente” bisontes en manada (bisontes mimosamente enviados a zoológicos con el sofisma de su protección y conservación, exquisitamente reubicados en China o Usa después de las llanuras Polacas) pues sabido ampliamente es que las condiciones del proteccionismo no son las mismas que las de la cría para las corridas, en donde hay día y noche veterinarios y mayorales velando por la salud y bienestar del toro; degradar las condiciones existenciales del Toro, quitándole su espacio para ser sustituido por otro incierto y menor, quitándole su equipo de veterinarios y mayorales, sólo puede ser el deseo más estúpido y contradictorio.
Ramos
Para finalizar, se quisiera entender que los antitaurinos animalistas luchen por las condiciones de vida de otras especies (los perros de la calle, los conejos y gallinas hacinados, las reses y cerdos enmierdados por la ganadería intensiva) y que, en medio de su lucha animalista, propendan la muerte digna para estos animales (cuantos perros de la calle no son esterilizados por los animalistas, cuantas ordenes de Eutanal registraron los laboratorios que fuesen pedidas por asociaciones animalistas); pero a su vez, cuando el animal tiene las mejores condiciones de vida, como el Toro de Lidia, luchan por su muerte, como si al Toro le interesase más morir de Esclerosis o tuberculosis o en un matadero a cambio de vivir en condiciones envidiables (incluso para los humanos) para luego combatir en un ruedo, con la muy cierta y patente posibilidad de triunfar siempre.


3 comentarios:

  1. Hola. Pido a TODOS los antitaurinos que por favor piensen que es mejor si divertirse o matar animales. Gracias! :)

    ResponderEliminar
  2. Es posible que algunos intelectuales sean unos ignorantes y por eso les guste la fiesta taurina, pobres incultos los Hemingway, Picasso, Orson Wells, García Lorca, etc, etc...

    ResponderEliminar
  3. Es posible que la estupidez no tenga lìmites...un intelectual, por definiciòn y pràctica, no es un ignorante..de serlo...serìa todo, menos intelectual...lo curioso es que la mayorìa de veces son los antitaurinos los que no tienen idea de Arte ni Cultura, aùn cuando de ellos dependa, segùn su prepotencia, las definiciones exactas de estas disciplinas.....decir que Picasso es un ignorante (y no sòlo este anònimo, en otro post un energùmeno similar afirmò que Picasso pintaba "mamarrachos", por lo cual no sabìa nada de Arte) no deja de delatar una penosa ausencia de conocimientos de Arte...decir que Garcìa Lorca era un ignorante, no deja de denunciar a gritos una imbecilidad tan grande como la magnitud misma de la obra de Lorca en nuestra lengua....no señor, no es posible que intelectual alguno sea un ignorante, tratàndose de sus disciplinas el tema (un intelectual puede no saber nada de fìsica nuclear, pero sì de cultura, pues es su campo)que nos atañe si debatimos de tauromaquia....por supuesto, para ud es imposible demostrar que estos intelectuales sean unos imbèciles, porque sospecho fuertemente que nunca ha visto un cuadro de Picasso, ni ha leìdo el Romancero, ni ha visto el ciudadano Kane..ni leìdo Adios a las Armas...a menos que sea ud mismo quien produzca obras màs importantes que estas..que sea ud una suerte de pintor-cineasta-poeta-escritor que haya superado a estas personas en sus disciplinas para poder afirmar lo que afirmò....

    VAMOS A HACER DE CUENTA QUE UD NO DIJO SEMEJANTE ANORMALIDAD....

    ResponderEliminar